La Ultima Gota de Agua
GUION TEATRAL DE LA OBRA
“AGUA”
En el pueblo De San Juan, se
encuentra una comunidad que queda dentro de la hacienda Viseca, donde se puede
apreciar un lindo paisaje lleno de flores, cerros, sembríos, pero con un gran
problema con las personas de la comunidad andina.
Al levantarse el telón se puede
apreciar la plaza de la comunidad de San Juan, los corredores estaban todavía
desiertos, todas las puertas cerradas, las esquinas de don Eustaquio y don Ramón sin
gente. El pueblo silencioso, rodeado de
cerros inmensos, en esa hora fría de la
mañana, parecía triste.
ESCENAS 1:
PANTALEONCHA:(
Preocupado)! San Juan se está muriendo! La plaza es corazón para el
pueblo. ¡Mira nomás nuestra plaza, es
peor que puna! (Se dirige a la plaza y apunta con sus manos todas las cosas)
ERNESTO: (Entusiasmado) Pero tu corneta va a llamar gente.
PANTALEONCHA:
(Molesto y alterado) ¡Mentira! Eso no es gente; en Lucanas sí hay gente, más
que hormigas.
Se dirigen
como todos los domingos hacia los corredores de la cárcel (salen del escenario)
ESCENA 2:
PANTALEONCHA
:( Preocupado) Agua, niño Ernesto. ¡No hay pues agua! San Juan se va a morir
porque don Braulio hace dar agua a unos
y a otros los odia.
ERNESTO: (Recordándole)
Pero don Braulio, dice, ha hecho común el agua quitándole a don Sergio, a
doña Elisa, a don Pedro.
PANTALEONCHA:
(Molesto) −Mentira, niño, ahora
todo el mes
es de don
Braulio, los repartidores
son asustadizos, le tiemblan a
don Braulio. Don Braulio es como el zorro y como perro.
Llegaron a la
puerta de la cárcel.
PANTALEOCHA:
(dirigiéndose hacia el público) Antes, cuando había minas, sanjuanes eran
ricos. Ahora chacras no alcanzan para la
gente.
ERNESTO:
(Apuntando a los sembríos) Chacra hay, Pantacha, agua falta. Pero mejor haz
llorar a tu corneta para que venga
gente.
PANTALEONCHA:
(Agarra su corneta y sopla fuertemente hasta que resonó en todo el pueblo) ¡Como
me gusta esta canción! (Agarrando su corneta y acariciándola)
ERNESTO: (Entusiasmado)
Otra tonada, Pantacha; para su San Juan
(Señalando todo el pueblo)
PANTALEOCHA:
(Triste) Pobre llak'ta (pueblo), (Se Sento)
En ese momento
espesaron a llegar a la plaza, la gente empezó a llegar a la plaza.
Primero vinieron los
escoleros (escolares): Vitucha, José,
Bernaco, Froylán, Ramoncha…
ERNESTO: ¡Pantacha, mak'ta Pantacha!
PANTALEONCHA: ¡Niño Ernesto!
Todas las
personas que iban llegando estaban alegres, ellos tenían ganas de bailar,
acompañado de la corneta de Pantacha
ERNESTO:
¡Hierra! ¡Hierra!. ¡Mak'tillos, zapateo (empieza a zapatear y cantar),
mak'tillos! ¡Yaque! ¡Yaque!
Todos
empezaron a bailar, con una alegría tremenda.
PANTALEONCHA:
(Tocaba la corneta cada vez más fuerte y con mucho más entusiasmo)
POBLADORES:
(dirigiéndose al público empezaron a cantar,) …Kanrara, Kanrara, cerro grande y cruel, eres negro y molesto; te tenemos miedo, Kanrara, Kanrara
ERNESTO:(Melancólico
y cariñoso) Eso no. Toca "Utek'pampa", Pantacha.
POBLADORES:
(Haciendo una ronda empezaron a cantar) Utek'pampa, Utek'pampita,
tus perdices son los ojos amorosos,
tus calandrias engañadoras cantan al robar, tus torcazas me enamoran, Utek'pampa, Utek'pampita.
(La gran
mayoría de pobladores se reunió en la plaza de San Juan, entonces se pusieron a catar haciendo coros las mujeres en voz alta y
los hombres en voz baja).
COMUNEROS: (Dirigiéndose
hacia los demás comuneros) ¡Si hubiera traguito! (Agarrando su
botella vacía)
PANTALEONCHA:
(cambia de tonada para el huayno de la cosecha) ¡Cosecha! ¡Cosecha!
COMUNEROS: (Se
pusieron a cantar alegremente) Taytakuna, mamakuna los picaflores reverberan en el aire, los toros están peleando en la pampa, las palomas dicen: ¡tinyay tinyay! Porque hay alegría en sus pechitos. Taytakuna, mamakuna.
El Taita
Vilcas resondro del extremo del corredor y todos se quedaron asustados y
perplejos.
TAYTA VILKAS:
(con tono irónico) Sanjuankuna: están haciendo rabiar a Taytacha Dios con el
baile. Cuando la tierra está seca, no
hay baile. Hay que rezar al patrón San Juan para que mande lluvia.
PANTALEOCHA:
(Puso su corneta sobre el empedrado) Don Vilkas es enemigo de nosotros. Mírale
nomás su cara; como de misti es,
molestoso.
ERNESTO:
(DIRIJIENDOSE A PANTALEONCHA) Verdad, Pantacha. Don Vilkas no es cariñoso con
los mak'tillos; su cara es como de toro
peleador; así serio es.
ERNESTO
(mirando a los escolares y diciendo en voz baja a Pantaleoncha) Seguro de don
Vilkas están hablando. ¡Seguro!
Todos estaban
muy asustados y hablaban en voz baja en presencia de don Vilcas
DON VILCAS:
(Molesto dirigiéndose a los comuneros) A ver, rejonero.
FELISCHA: Yo estoy de rejón, tayta
DON VILCAS:
(Con tono autoritario) Corre donde don Córdova, pídele el rejón y mata a los
chanchitos mostrencos. Hoy es domingo.
FELISCHA: (De
manera sumisa y asustada) Está bien, tayta (tira las puntas de su
poncho sobre su hombro y sale del escenario, pero antes de salir se queda
escuchando a Pantaleoncha)
PANTALEONCHA:
(Asombrado)
Si hay chancho de principal, mata nomás (sale
corriendo)
Cunando sale
Felischa se escucha una voz de la parte trasera de todos los pobladores
DON VILCAS: (ablando
fuerte y claro) ¡yaque! (busca la atención de todos)
PANTALEONCHA:
(Asustado y dirigiéndose a Don Vilcas) ¡Qué dices, tayta!
DON VILCAS: ¡Principal es respeto, mak'ta cornetero!
PANTALEONCHA:
(habla molesto y le reprocha) Pero chancho de principal también orina en las
calles y en la puerta de la iglesia.
Después de esto le dimos la espalda al viejo de Ork'otuna. (Levanta su
corneta y empezó a tocar diferente)
MUJER DE DON
BRAULIO: (Dirigiéndose a Don Vilcas) Parece que estamos en nuestra estación de
K'oñani
DON VILCAS: (Dirigiéndose
hacia Pantaleoncha con un tono burlón) Pantacha toca bien puna estilo.
COMUNEROS:Es pues nacido en Wanaku. Los wanakupampas tocan su corneta en las mañanas y
atardeciendo, para animar a las ovejas y a las llamas. Los wanakus son buenos comuneros.
PANTALEONCHA:
(mirando los cerros y los campos) Así blanco está la chacrita de los pobres de
Tile, de Saño y de todas partes. La
rabia de don Braulio es causante. Taytacha no hace nada, niño Ernesto.
ERNESTO:
(afirmando lo que dijo Pantaleoncha) Verdad. El maíz de don Braulio, de don
Antonio, de doña Juana está gordo,
verdecito está, hasta barro hay en su suelo. ¿Y de los comuneros? Seco,
agachadito, umpu (endeble); casi no se
mueve ya ni con el viento.
PANTALEONCHA: ¡Don Braulio es ladrón, niño!
ERNESTO:
(Sorprendido) ¿Don Braulio?
PANTALEONCHA: Más todavía que el atok' (zorro).
BERNACO: (uno
de los escolares, se dirigió a la conversación) ¿Don Braulio es ladrón,
Pantacha? ¿Robando le han encontrado? (se quedó juguetón viendo a Ramoncha
cuando mostraba su barriga de tambor)
BERNACO:
(Asustado y tapándose la boca para que nadie escuche) ¿Robando le han
encontrado?
PANTELEONCHA:
¡¿Dónde hace plata don Braulio?! (Se agarra de la cintura y empieza a señalar a
los comuneros) De los comuneros pues les saca, se roba el agua; se lleva de frente de hombre, los animales de
los "endios". Don Braulio es hambriento como galgo.
BERNACO:
(sentándose al lado de ERNESTO) Este Pantacha ha regresado molestoso de la
costa. Dice todos los principales son
ladrones.
ERNESTO: Seguro es cierto, Bernaco. Pantacha sabe
(se sentó al lado de Bernaco)
PANTALEONCHA, BERNACO
Y ERNESTO: (Se pusieron a ver como los mak'tillos ) (Pantaleoncha se puso a mirarnos con
cariño)
PANTALEONCHA:
¡Mak'tillos! ¡Mak'tillos! (Levantó su corneta y comenzó a tocar el huayno que
cantaban los sanjuanes en el acerve de la sequía) (Zapateando)
Entonces Ramos
uno de los escoleros se acerca en el niño Ernesto
RAMON: (Agarrándose
el cuerpo) Por Pantaleoncha yo me haría destripar con el barroso de doña Juana.
¿Y tú, niño Ernesto? (con mucha
curiosidad)
ERNESTO: (Con
tono gracioso) BERNACO: (Agarrándose el cuerpo) Por Pantaleoncha yo me haría destripar
con el barroso de doña Juana. ¿Y tú, niño
Ernesto? (con mucha curiosidad) (entonces empezó a reír) ¡Jajayllas!
ESCOLEROS: (se
dieron cuenta y empezaron a reír)
RAMON: (Ramoncha daba vueltas, sobre un talón, agarrándose su barriga de hombre viejo)
ESCOLEROS:
(todavía riéndose) ¡Ramoncha! ¡Wiksa!
Los comuneros
de Tinki entraron a escena, cada vez se acercaban más y más.
Escoleros:
(coreando en voz alta) ¡Tinkikuna! ¡Tinkikuna!
Todas las
personas que estaban se levantaron
PANTALEONCHA:
(con voz de esperanza) Tinki es bien común.
CORNETERO:
(Soplaron su cuerno para que oyeran todos)
RAMONCHA:
(Señalando al público) Hasta Puquio habrá llegado eso
(asustadizo)
ERNESTO: Seguro hasta Nazca se habrá oído
(entro a carcajadas tapándose la boca para que no escuchen otros)
CORNETERO:
Viseca grita más fuerte. ¡Claro pues! Viseca es quebrada padre; el tayta
Chitulla es su patrón; de Ak'ola es
Kanrara nomás.
ERNESTO: ¿Kanrara? Tayta Kanrara le gana a Chitulla, más rabioso es. (Asegurando)
RAMONCHA: Verdad. Punta es su cabeza, como rejón de don Córdova. (Entre
risas)
COMUNEROS: Al
río Viseca le resondra para que no cante fuerte dicen los comuneros de San Juan.
(Pasado dos
minutos los tinkis entraron por una parte de la esquina de la plaza).
CORNETERO: ¡Tinkis, de verdad comuneros!
(Don Wallpa, varayok de los tinkis, subió primero las gradas
diriendose hacia el taytakuna).
DON WALLPA, VARAYOK:
¡Buenos días!, taytakuna, mamakuna
(Don Vilcas se
acercó y le dio la mano)
CORNETERO: Buenos días, taytakuna, mamakuna.
DON WALLPA, VARAYOK:
¡Mak'ta Pantacha!
CORNETERO: De tiempo has regresado de la costa.
DON WALLPA, VARAYOK:
Seis meses, tayta.
(Los demás
tinkis hicieron lo mismo saludaron a los demás, dándole la mano a don Vilcas y
Abrazando a Pantaleoncha. Después Pantaleoncha pasó hablar con los pobladores
de San Juan).
(Después de un
rato los Escolares se fueron retirando).
PANTALEONCHA: Bernaco, ¿te gustaría ser tinki?
BERNACO: (exclamando)
¡Claro! Tinki es hombre.
(En otra parte
estaba ablando Bernaco y Ernesto).
BERNACO:
(Acercándose a la oreja del niño Ernesto) ¿No ves? De otro modo ha regresado el
Pantacha, está rabioso para los platudos. ¿Acaso? En la costa también, el agua
se agarra las principales nomás, al último
ya riegan, junto con los que tienen dos, tres chacritas; como de caridad
le dan un poquito, y sus terrenos están
con sed de año. Pero principales de Nazca son más platudos; uno solo puede comprar a San Juan
con todos sus maizales, sus alfalfares y
su ganado. Casi gringos nomás son todos carajeros, como a Taytacha de
iglesia se hacen respetar con sus
peones.
VARAYOK’ WALLPA:
(se acercó al grupo de estos hablantes)
Como en todas partes en Nazca también los principales abusan de los jornaleros
PANTALEONCHA: Se roban de hombres
el trabajo de los comuneros que van de
los pueblos: San Juan, Chipau, Santiago, Wallawa. Seis, ocho meses, le
amarran en las haciendas, le
retienen sus jornales;
temblando con terciana
le meten en los
cañaverales, a los algodonales. Después le tiran dos, tres soles a la cara,
como gran cosa. ¿Acaso? Ni para remedio
alcanzo la plata que dan los principales. De regreso, en Galeras−pampa, en Tullutaka, en todo el
camino se derrama la gente; como criaturitas,
tiritando, se mueren los andamarkas, los chillek'es, los sondondinos.
Ahí nomás se quedan, con un montón de
piedra sobre la barriga. ¿Qué dicen sanjuankunas?
PANTALEOCHA:
¡Carago! ¡Mistis son como tigres!
VARAYOK’ WALLPA: Comuneros son para morir
como perros
PANTALEOCHA: Pero comunkuna somos tanto,
tanto; principales dos, tres nomás hay. En otra
parte, dicen, comuneros se han alzado; de afuera a dentro, como gatos
nomás, los han apretado a los platudos.
¿Qué dicen, comunkuna?
PANTALEOCHA: ¡Principales
para robar nomás son, para reunir plata, haciendo llorar a gente grande como a criaturas! ¡Vamos matar a
principales, como a puma ladrón!
DON VILKAS: (camino
hacia pantacha y le grito) ¡Pantacha! ¡Silencio! ¡Principal es respeto!
EL MAK'TA:
(levanto la cabeza) ¡Taytay, como novillo viejo eres, ya no sirves!
Don
Vilkas empezó a empujar a los indios
para llegar hasta donde estaba el
Pantacha.
DON VILJKAS:
(Gritó) ¡Carago, allk'o! (perro)
DON INOCENCIO:
(rogó, jalándole el poncho) Dejay, don Vilkas; Pantacha es hablador nomás.
PANTALEOCHA:
(Gritó) ¡Te voy a faltar, tayta!
Al oír la amenaza de Pantaleón, don Inocencio sujetó al viejo.
DON INOCENCIO:
(Pasivo) No enrabies don Vilkas, ¡por gusto!
HOMBRES Y MUJERES:
(Decían las mujeres) ¡Viejo es respeto!
DON WALLPA: (DESAFIANTE) ¿Manchu? Don Vilkas
es abusivo. ¿Acaso? "Endio" nomás es, igual a sanjuanes.
DON WALLPA: (Hacia don Vilcas) ¡Wallpa! ¡Maula Wallpa!
WALLPA:
(Desafiante) Si quieres, solo a solo, como toros en la plaza.
TINKIS: (le
dijeron a su autoridad) Anda, tayta, cajéale en la barriga.
(Don Wallpa se quitó el poncho, lo tiró sobre sus comuneros y saltó a la plaza. Se
cuadró allí como toro padrillo).
DON WALLPA: (le llamo con la mano) ¡Yaque, don Vilkas!
PANTACHA: (se
puso el cuerno en la boca y tocó) Akakllo de los pedregales, bullero pajarito de las peñas; no me engañes, akakllo. Akakllo pretencioso, misti ingeniero, te dicen. ¡Jajayllas akakllo!
Muéstrame tu barreno ¡jajayllas akakllo! Muéstrame tus papeles.
(El viejo Vilkas se enrabió de veras, botó a las mujeres que le atajaban y salió a la
plaza; pero no fue a pelear con don Wallpa, ni resondró a Pantacha, siguió de frente,
hacia la esquina de don Eustaquio. Casi del centro de la plaza volteó la cabeza para
mirar a los comuneros, y gritó)
VILKAS: (gritó)
¡Verás con don Braulio!
VARAYOK:
(contesto) ¡Jajayllas novillo!
VARAYOK:
(contesto) ¡Maula! Para lamer a don Braulio nomás sirve
ERNESTO: Sanjuanes son como don Vilkas: ¡maula!
BERNACO: Con las
balitas que don
Braulio echa por
la noche en
las esquinas, están
amujerados.
ERNESTO: Vamos a ver qué dice el sacristán.
INOCENCIO: ¡Sanjuankuna!
Don Braulio tiene harta plata, todos los
cerros, las pampas, son de él.
Si entra nuestra vaquita en su potrero,
la seca de hambre en su corral; a
nosotros también nos latiguea, si quiere. Vamos defender más bien a don Braulio. Pantacha es cornetero nomás, no
vale.
INOCENCIO: (Dijo
a los comuneros) ¡Sigoro!
INOCENCIO: (Asegurando)
No sirve contra don Braulio.
LOS TINKIS: (Entre ellos decian) Vamos a contarle a Pantacha lo que ha dicho don Inocencio.
ERNESTO:
(Levantado la mano para que vallan en Pantacha) Vamos.
BERNACO:
(grito) ¡Don Pascual! ¡Don Pascual!
(Los comuneros de todo el distrito se apretaron rodeando a don Pascual).
COMUNEROS:
(rodeando) ¡Sanjuankuna, ayalaykuna, tinkikuna oí la voz de Pantaleoncha; don
Pascual va a dar k'ocha10 agua a
necesitados. Seguro don Braulio rabia; pero don Pascual es primero. ¿Qué dicen?
TINKIS:
(contestaron primero) -¡Está bien!
SAK’sa de
AYALA: ¡Según tú conciencia, tayta! ¡Según tú conciencia!
Don Sak'sa, de Ayalay
: ( Protestando y dirigiéndose a los demás comuneros ) Don Braulio abusa de
comuneros. Comunidad vamos hacernos respetar. ¡Para endios va a ser k'ocha agua!
MAK'TA PANTACHA:
(gritó) ¡No hay miedo, sanjuankuna! A mujer nomás le asusta el revólver de don Braulio.
MAK'TA PANTACHA:
(Asegurando) Seguro don Braulio carajea. ¿Acaso? Vamos esperar; aquí en su
delante voy a dar agua a comuneros.
(Los mak'tas se miraron consultándose. Recién entendían por qué Pantacha, don
Wallpa, don Pascual, se levantaron contra
el principal, contra don Vilkas y don
Inocencio).
LOS MAK'TAS:
Verdad, compadre, en nuestro pueblo, dos, tres mistis nomás hay; nosotros, tantos, tantos… Ellos igual a comuneros
gentes son, con ojos, boca, barriga, ¡K'ocha
agua para comuneros!
MADRE TIERRA:
(replico) ¿Acaso? bota agua, igual para todos.
(La comunidad de San Juan estaba para pelear con el principal del pueblo, Braulio
Félix).
DON SAK'SA:
¡Tayta Inti, ya no sirves! En todo el corredor se oyó su voz de viejo, triste cansada
por el Inti
rabioso.
(Los domingos, don Braulio se desayunaba con aguardiente en la tienda de don Heraclio)
Heraclio: la tiendecita de don Heraclio está en la misma calle del principal. Como loco
don Braulio hacía tomar cañazo a uno y a otro, se reía de los mistis sanjuanes, les hacía
emborrachar y les mandaba cantar huaynos sucios. Hasta media calle salía don Braulio,
riéndose a gritos)
DON BRAULIO:
(riéndose a gritos) ¡Buena, don Cayetano! ¡Don Federico, buena!
(Los mistis borrachos se sacaban el pantalón; se peleaban; golpeaban por gusto sus
cabezas sobre el mostrador.
Al mediodía, don Braulio iba al corredor de la cárcel para la repartición del agua los mistis le seguían).
AK'SA, DE AYALAY:
(se oyó su voz de viejo, triste cansada) ¡Tayta Inti, ya no sirves!
SAK'SA, DE AYALAY:
(voz de viejo y triste) ¡Ayarachicha! ¡Ayarachi!
(De repente, don Braulio entró a la plaza. Los mistis sanjuanes venían en tropa,
junto al principal).
SAK'SA, DE AYALAY:
¡Sanjuankuna, pobrecitos!
Don Wallpa, Pascual, Pantacha, se reunieron.
DON WALLPA, PASCUAL, PANTACHA:
Rato se ha esperado don Vilkas, sentado como perro en la puerta de don
Heraclio. Don Inocencio también. Escaces
PANTACHA: Principal cuando toma, no hace caso.
PANTACHA:
(separarse en dos bandos) No hay confianza; comuneros no van a parar bien
PANTACHA:
(grito) ¡Comunkuna! ¡K'ocha agua para “endios”!
SANJUANES: Don Pascual, firme vas a parar contra el principal
DON.PASCUAL:
(carajea) seguro ¿Acaso? Como tayta Kanrara voy a parar: don Anto, don Jesús, don Patricio, don
Roso…
(En medio de la plaza, junto al eucalipto; don Cayetano gritó)
CAYETANO:
(grito) ¡Que viva don Braulio!
CONTESTARON
T0D0S: (contestaron) ¡Que viva!
(Al último, ocultándose, venían don Inocencio, sacristán del pueblo y don Vilkas.
Junto a mi pil-ar estaba el dansak' Bernaco).
BERNACO: Estoy asustadizo, capaz hay pelea, niño Ernesto
ERNESTO: Seguro hay pelea, Bernaco; Pascual y Pantacha están molestosos.
BERNACO: Pero Pantacha está valiente.
ERNESTO:
(observando) Mírale a don
Braulio. Seguro hay
pelea. Capaz don
Braulio ha traído
su revolvercito.
BERNCACO:
(replico) ¡No digas, niño Ernesto! Don Braulio revolvea nomás, es como
loco. Don Braulio subió las gradas del
corredor.
COMUNEROS:
(saludaron) ¡Buenos días, taytay!
BRAULIO:
(contesto) Buenos días
(Silencio se hizo en toda la plaza. El eucalipto del centro de la plaza parecía sudar y
miraba humilde al cielo).
DON BRAULIO:
(comienza) ¡Semanero Pascual, k'allary!
DON PASCUAL: (saltó sobre la mesa; desde lo alto miró)
¡K'allary!
(Lunes para don Enrique, don Heracleo; martes para don Anto, viuda Juana, don
Patricio; miércoles para don Pedro, don Roso, don José, don Pablo; jueves para…)
PASCUAL: Viernes para don Sak'sa, don Waman…
DON BRAULIO:
(grito) ¡Pascualcha, silencio!
(Los comuneros de don Sak'sa se asustaron, movieron sus cabezas, se acomodaron
para correr ahí mismo; los tinkis más bien pararon firmes).
TINKIS: ¡Don Braulio, k'ocha agua es para necesitados!
PANTACHA: ¡No hay dueño para agua!
WALLPA: ¡Comunkuna es primero!
DON BRAULIO:
(saco su arma) ¡Fuera, carajo, fuera!
(Dos, tres balas sonaron en el corredor. Los principales, don Inocencio, don Vilkas,
se entroparon con don Braulio).
PANTACHA:
(gritaba como diablo) ¡Kutirimuychic mak'takuna! (¡Volved, hombres, volved!)
(Don Pascual se bajó callado de la mesa al suelo)
(Todos
salieron poco a poco del escenario)
PANTALEONCHA: (Grito) ¡Carajo! ¡Sua! (¡Ladrón!)
Mata nomás, en mi pecho, en mi
cabeza.
En ese momento Don Braulio soloto
una bala y el mak’ta conetero cayó al suelo.
BRAULIO: (enojado grito) ¡A la cárcel!
Todos se quedaron asustados.
BRAULIO: (apuntando a Don
Pascual, don Wallpa) ¡A la cárcel, wanakus!
En ese momento Don Vilcas abrió
la puerta de la cárcel y Don Pascual y don Wallpa entraron con miedo uno a uno.
BRAULIO: (se puso a gritar
moviendo la mano para que todos se fueran) Los demás carneros, a sus punas.
¡Fuera!
(Entonces en es momentos los
tinkis salen del escenario)
(Insieran silencio todos)
BRAULIO: (Apuntando a Don Vilcas
y Don Inocencio) Ciérrenlo en la cárcel hasta la noche.
Don Vilcas y Don Inocencio no
podían hacer nada, se quedaron perplejos.
BRAULIO: (Apuntado a los indios) Indios, ¡arrástrenlo!
Pero nadie le hacía caso.
BRAULIO: (Empezo a desesperar
mirando a todas partes y encontró a Cayetano) Usted don Cayetano
DON CAYETANO: (asustado) ¡Claro! Yo sí. (En
ese momento se acercó en PANTALEONCHA) ¡Claro! Yo sí. (Entonces
lo arrastro a Pantaleoncha por el escenario)
ERNESTO: (Grito enfurecido) ¡Wikuñero allk'o! ”perro cazador de vicuñas”
(entonces salto el corredor)
(Entonces las personas de San
Juan se pusieron a mirarle a Ernesto, todos estaban sorprendidos y asustados).
ERNESTO: (Grito con rabia)
¡Suakuna! “ladrones” (levanta la corneta de Pantaleoncha y la tira en la
cabea de Don Braulio, le limpio la sangre de la cabeza) ¡Buena
mano de mak'tillo! (dirigiéndome a los principales) ¡Taytay, muérete; perro eres, para morder a comuneros nomás sirves!
BRAULIO: (se desesperó)¡ Balas, carajo, más balas! (en
su desespero la corneta, de la pistola le mordió la frente y empezó a correrle
sangre negra)
BRAULIO: (Apuntando a Don
Antonio, con una manera desesperada) ¡Don Antonio; mátelo!
DON ANTONIO: (pateo algunas
piedras y apunto a Ernesto con la pistola)
ERNESTO: (Salto el corredor)
ANTONIO: (pego un tiro al aire)
(Todos salieron del escenario. Entra
Ernesto ya llegando a UTEK’pampa, observa el paisaje por un momento, se
arrodilla y mirando al cielo dijo).
ERNESTO: (golpeando la tierra) Tayta: ¡que se mueran los principales de todas partes! (Sale
corriendo del escenario)